Madrid es mucho más que su skyline, su historia o sus museos. Son sus calles las que narran las historias de la ciudad. Concretamente, destacan por su personalidad única y sus secretos poco conocidos, las que os dejamos a continuación.:
C/ Fuencarral
La calle Fuencarral ha sido testigo del paso del tiempo y de múltiples transformaciones. En sus orígenes, era una vía que limitaba el Madrid de los Austrias y el norte más “rural” de la ciudad. De hecho, su nombre viene de la villa de Fuencarral, hacia donde se dirigía esta antigua carretera.
Como dato curioso, muy pocas personas saben que debajo de sus baldosas y adoquines hay restos de un antiguo arroyo (el arroyo del Abroñigal Alto), que desapareció a finales del siglo XIX.
Sin embargo, hoy, Fuencarral es sinónimo de modernidad, decenas de escaparates llenan esta famosa calle, con un espíritu alternativo y moderno. Desde boutiques y tiendas, hasta galerías de arte y antiguos edificios muy castizos.

C/ Huertas
Pasear por Huertas es como caminar entre versos y poesía. Nunca mejor dicho, ya que en sus calles están grabados fragmentos de poetas como Lope de Vega, Cervantes o Quevedo, quienes habitaron allí en pleno Siglo de Oro.
Sin embargo, hay detalles menos conocidos. Bajo esta calle se encuentran antiguas cuevas y pasadizos que en su día conectaban conventos con casas nobles, usados tanto para huir como para encuentros clandestinos.
El barrio también es conocido como el de Las Letras, y fue epicentro de tertulias literarias. Y aunque hoy está lleno de bares y vida nocturna, conserva esa atmósfera bohemia.

C/ Malasaña
Malasaña sin duda es la cuna de la Movida Madrileña pero, el barrio debe su nombre a Manuela Malasaña, una joven heroína fusilada por los franceses en 1808. Pero incluso antes, esta zona fue el hogar de obreros, artesanos y artistas.
En sus calles estrechas se ocultan fachadas modernistas, casas con leyendas de fantasmas y antiguos refugios de la Guerra Civil. Además, en los años 80, fue el epicentro del despertar cultural y musical de Madrid.

Fuencarral, Huertas y Malasaña son más que zonas de moda o rutas turísticas. Son espacios donde las paredes hablan y nos cuentan sus mejores batallas. Explorar sus rincones con atención es redescubrir Madrid.